A principios de 1500 Castelsardo se convirtió en una ciudad real, y entre los privilegios adquiridos estaba el de convertirse en el obispado de Ampurias. Aún hoy la Catedral, las iglesias y el alto campanario construido en piedra local le dan una apariencia sugerente y original..
La devoción al centro histórico Visitamos los edificios religiosos de Castelsardo
La iglesia de Santa Maria delle Grazie, con entrada lateral
La Co-Catedral de San Antonio Abad desde la cual se puede disfrutar de una espléndida vista del golfo
El Museo Diocesano y las obras del siglo XVI del famoso Maestro de Castelsardo en las criptas de la Catedral
El Episcopado y las incontables vistas del casco antiguo son destinos ideales para un autodidacta.
El Campanario de San Agustín, confundido por muchos como un faro
Para todos aquellos a los que el mar no les basta
Siempre se vuelve a Castelsardo por diferentes motivos, porque es sugerente, único, tiene una historia antigua, porque en todas partes se ve el mar o se huele su aroma, pero sobre todo porque los castellanos se convierten en los vecinos, se convierten en amigos siempre deseados.
Todos se sienten como en casa en el Hotel Meli.